Hacemos honor a los cañaguates florecidos exaltados en el folclor Vallenato.

 

En diferentes lugares de la ciudad los transeúntes y conductores observan como la flor del Cañaguate sale para pintar a Valledupar, los frondosos ramos de flores amarillo-dorado se logran observar en esta época de sequía, lo que llama la atención de quienes salen a recorrer las calles se la ciudad de los Santos Reyes y como aluce la canción de Jorge Celedón: “Hermoso Cañaguate florecido, si pasa dile que deje el afán, por favor embellécele el camino, que pise de tus flores al andar”.

El barrio que hace honor a su nombre, El Cañaguate, es el más antiguo y tradicional de la ciudad, sus habitantes como Carlos Redondo, quien ha permanecido por más de 20 años ahí, y hoy es propietario de la caseta ‘La Cañaguatera’, lugar donde todos los años se celebran los carnavales en Valledupar, es uno de los más felices; para él su fruto es la principal atracción de Valledupar en la temporada seca, ya que en varias esquinas, sus paisanos cañaguateros se llenan de jolgorio con el palo de madera durísima, tronco recto y delgado, cuya principal característica son los ramos enhiestos de hermosas flores; su madera se utiliza en la fabricación de muebles, puertas y ventanas.